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Campamento de la Oposición «Radical»: Primeras ConclusionesAhora que las autoridades han desmontado el campamento de protesta de la oposición radical anti-Putin en Christye Prudy en Moscú, ha llegado el momento de contar los primeros resultados provisionales de la nueva ola de protestas políticas en Rusia. La oposición intenta continuar con las protestas, pero ahora es bastante posible sacar ciertas conclusiones y extraer lecciones de algún tipo. Antes de nada, es bastante obvio que la abrumadora mayoría de la población ha observado con completa indiferencia el último round de la lucha por el poder político. Algunos, por costumbre, se habrán quejado de la pasividad y servilismo de los ciudadanos rusos pero, esta vez, tal indiferencia fue una reacción absolutamente sana de la gente trabajadora: no es asunto suyo quien formará el grupo burgués en el gobierno, teniendo en cuenta que no hay a la vista ningún cambio en la política social. Como siempre, por supuesto, era posible encontrar partidarios tanto pagados como voluntarios del “orden” y una multitud de trapillo de políticos con rencores, personalidades glamurosas (que, a propósito, tan sólo ayer estaban de parte de Putin), “cerebros de la nación” y tipos duros marginales, pero incluso en la enorme capital, todos pudieron ser contados entre los publicitados “millones”. Las manifestaciones de las autoridades y la oposición contaron con la asistencia de máximo unos cuantos cientos de miles. En las provincias apenas le interesan a nadie; hay solamente unos cientos o, como mucho, unos cuantos miles a los que les importe la situación política. La mayoría de la gente tiene problemas bastante diferentes: bajos salarios, incremento de precios, menor acceso a la educación y la sanidad, falta de dinero para pagar los servicios residenciales y municipales y así sucesivamente. Segundo punto. Por muy penoso que pueda resultar para algunos izquierdistas reconocerlo, las protestas han tenido lugar bajo la completa hegemonía ideológica de los simpatizantes liberales del capitalismo y del libre mercado. Los anarquistas, anti-fascistas y “comunistas” de todos los colores y matices pueden intentar, todo lo que quieran, sacar temas y consignas sociales pero esto no tendrá efecto en el curso general y en las principales demandas del movimiento. El ánimo del grueso de los simpatizantes de la oposición de la capital puede juzgarse por los resultados de las elecciones presidenciales (aunque puedan haber sido manipuladas): aunque en el país a nivel global el mayor número de votos de la oposición fue para el nacional-estalinista Zyuganov, en Moscú éste fue superado por el oligarca multimillonario Prokhorov, que abiertamente pidió la revisión del Código del Trabajo, la abolición de las restricciones en los horarios de trabajo y en los pagos por horas extras y una mayor liberalización de los despidos. Cuando el 6 de mayo los manifestantes de la oposición chocaron con la policía, la ola sacó a la palestra a los “izquierdistas”, como no dejó de anunciarse gozosamente (1). No obstante, esto no tuvo ningún efecto a la hora de resaltar su influencia en los acontecimientos. La cabeza del campamento de protesta en Christye Prudy era Ilya Yashin, uno de los líderes del movimiento ultra-liberal y pro-capitalista Solidaridad. Los anarquistas intentaron volver contra él sus “normas de campamento” –esto no cambió la situación. A pesar de los intentos de los “izquierdistas” de discutir temas sociales, las demandas de los manifestantes seguían siendo las mismas: cancelación de la investidura de Putin, su dimisión del puesto de presidente, y la celebración de nuevas elecciones “honestas” (es decir, elecciones cuyos resultados convengan a la oposición). En esa situación, los izquierdistas llevaron a cabo la tarea de proporcionar a los liberales burgueses la apariencia de un apoyo masivo. Y los liberales entendieron muy bien que los “marginales” a los que tanto desprecian ahora están trabajando para ellos. Tal como dijo uno de los liberales del campamento de protesta “en política se trata de quien es mejor usando a quien” (2) Tercer punto. Aunque los concentrados se autodenominaban “Ocupemos Abay” y se referían a una decisión tomada en asamblea, el movimiento ruso es bastante diferente en carácter al 15M de España o a Occupy Wall Street. Por ejemplo, el observador Andrew Rivkin escribe en The guardian: “De hecho es tan inquietante como el campamento del parque Zuccoti –hasta que ves las demandas de Ocupemos Abay y te das cuenta de que Nueva York también puede ser una galaxia muy, muy lejana” (3). El movimiento de los Estados Unidos lucha contra la soberbia de las corporaciones y condena las consecuencias de las políticas capitalistas. Los manifestantes rusos presentan demandas puramente políticas para sustituir a los individuos en el poder. Algunos “izquierdistas” también entienden esto. En respuesta a la pregunta “¿Qué piensas? ¿Lo que se hizo en Christye Prudy es similar en contenido al movimiento de los indignados de España o a Occupy Wall Street de Estados Unidos?” uno de los participantes (miembro del grupo “Acción Autónoma”) admitió: “Me parece que es ciertamente similar en la forma, pero no en el contenido. Es un movimiento auto-gestionado con una estructura horizontal y sin líderes, donde todas las decisiones se toman en asamblea general. Pero las demandas de este movimiento son bastante abstractas y reformistas. Los indignados y Occupy Wall Street son más sociales –allí la gente protesta contra las políticas sociales de las autoridades, contra la hegemonía de los bancos, contra el sistema socio-económico establecido. Aquí, por contraste, cuando pregunté qué consigna consideraban la quintaesencia de lo que está pasando, la mayoría de la gente respondió de inmediato que “Rusia sin Putin” (4). Por tanto, en su esencia, este movimiento de Rusia no tiene raíces ni derecho a considerarse a sí mismo como parte del movimiento mundial Ocupemos. Cuarto punto. Una cualidad característica de las protestas actuales es la disposición de los “izquierdistas” a aceptar su participación en un único movimiento junto con los neo-fascistas. Las causas de este cambio en los acontecimientos, que sorprendió a mucha gente acostumbrada a la larga tradición de confrontación entre ultra-derechistas y anti-fascistas, hay que buscarlas tanto en la creciente popularidad de las ideas nacional-patrióticas y de la “nueva derecha” entre los “izquierdistas” como en el politiqueo banal –es decir, falta elemental de principios. Los neo-fascistas (“nacionalistas rusos”) se unieron activamente a las primerísimas protestas anti-Putin inmediatamente después de las elecciones parlamentarias de diciembre de 2011, y siguen siendo parte invariable, inseparable e indisputable del conglomerado de la oposición. Debería reconocerse que algunos izquierdistas primero pusieron objeciones bastante ruidosamente a la cooperación con los neo-fascistas, temiendo entre otras cosas que las protestas anti-Putin fueran desacreditadas (ver, por ejemplo, la declaración sobre el tema del “Comité 19 de enero”) (5). Pero ya que dichas objeciones no se vieron apoyadas por sus aliados liberales y “cívicos en general” dentro del movimiento, los “izquierdistas” se vieron forzados a inclinarse ante lo inevitable. Cuando a primeros de año el bloque de la oposición radical se auto-organizó formalmente como “movimiento cívico”, su recién formado órgano de dirección o “consejo cívico” se constituyó como una coalición con las siguientes cuotas: 10 asientos para los liberales, 10 para la ultra-derecha, 10 para la izquierda, y 30 para varios grupos e iniciativas “cívicos” (incluyendo unos cuantos de carácter neo-fascista). Desafortunadamente, también están representados algunos grupos auto-denominados anarquistas o que incluyen anarquistas: tienen 2 de los 10 asientos de la “fracción de izquierdas”. (6) Además, los anarquistas participan en al menos 4 de los grupos “cívicos”: “Alimentos, No Bombas”, la Asamblea de Moscú, el Comité 19 de enero y los Guardianes del Arco Iris (7). A juzgar por los informes de los medios, los neo-fascistas también tomaron parte en los choques que tuvieron lugar durante la manifestación de la oposición el 6 de mayo en Moscú. Es más, como enfatizaron los reporteros, no se observaron conflictos entre ellos y los “izquierdistas anti-fascistas”. Como en los tiempos de las protestas de invierno, todo el mundo estaba asombrado de verlos marchar juntos bastante pacíficamente en las mismas manifestaciones, aunque en columnas separadas y con consignas diferentes. Los neo-fascistas participaron activamente en el campamento de Christye Prudy (8). Uno de los dirigentes fascistas, Alexander Belov, convocó a los nacionalistas rusos para que fueran allí, ya que “es un lugar excelente para hacer propaganda, para perfeccionar nuestras habilidades” (9). Durante los primeros días había alrededor de 20 neo-fascistas en el campamento, después su número creció. Reclutaron partidarios en todas partes “usaron las donaciones para comprar comida y la distribuyeron sin coste entre los participantes” (10). Lo que es más, se les confió la tarea de guardar el campamento de Ocupemos Abai – ¡es decir, asumieron las funciones de brazo fuerte, de policía! (11) ¿Nazis “guardando” el campamento del 15M (en España) o de Occupy Wall Street? Es incluso difícil imaginarse una tragicomedia más vergonzosa. Algunos “izquierdistas” justificaron su cooperación con los neo-fascistas con excusas como: “¿Pero qué vamos a hacer?” No sé qué pesa más aquí –la impotencia política o la hipocresía. Podían, al menos, haber hecho un poco de ruido, exigido que se marcharan los ultra-derechistas, y amenazado con irse ellos mismos –“ellos o nosotros”. Aparentemente no ocurrió nada por el estilo. No es sorprendente que algunas personas que, en junio de 2011, tomaron parte en las primeras asambleas de indignados en Moscú, esta vez rechazaran categóricamente participar en las actuales “asambleas”. Concluyo que el actual movimiento anti-Putin es simplemente tan reaccionario y burgués en su orientación y contenido como el propio régimen de Putin. Los anarquistas e izquierdistas reales (incluso aunque hoy estén en minoría) no quieren elegir el menor de estos males. V.G. (1) http://anarcho-news.info/news-625 (2) http://www.nr2.ru/moskow/386535.html (3) http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2012/may/15/russia-occupy-movement-not-up-to-job (4) http://avtonom.org/news/istoriya-okkupaiabai-ustami-ego-uchastnika (5) http://19jan.ru/otkryitoe-obrashhenie-k-orgkomitetu-mitinga-24-dekabrya.html (6) http://kolobok1973.livejournal.com/1936195.html?thread=57752131#t57752131 (8) http://samolet73.livejournal.com/575893.html (9) http://ru-nsn.livejournal.com/1348031.html (11) http://kolobok1973.livejournal.com/1938997.html; http://anatrrra.livejournal.com/202855.html#cutid1
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